Guest blog by Antonia Bustamante from the DWeb Camp Core Organizing team.
Cerca de Ubatuba, a cuatro horas de la inmensa capital del estado de São Paulo, nos recibió en septiembre un paraíso brasilero de montaña y mar donde uno quisiera quedarse para siempre: el Instituto Neos. Allí Coolab (laboratorio cooperativo de redes libres) organizó el primer DWeb+Coolab Camp, versión brasilera del DWeb Camp.
El Instituto Neos está ubicado en un espacio que a principios de la década de 2000 funcionó como centro cultural y de exploración artística para niñxs y adolescentes. Años después fue abandonado y la ávida vegetación tropical comenzó a devorar los edificios vacíos. En 2017 el predio fue rematado y algunas personas, que conforman el colectivo Neos, lo compraron para construir un proyecto de sociobiodiversidad. Este fue el lugar que Coolab eligió para alojar el encuentro, aprovechando además para dejar al Instituto la infraestructura de mejoramiento físico de acceso a Internet construida durante el evento.
Equipos para mejorar la infraestructura de la red de conexión a Internet.
Los días que pasamos allí dormimos en carpas y habitaciones compartidas. Delicias culinarias preparadas por la gente del colectivo con especies animales y vegetales locales nos alimentaron. Todxs nos turnamos las tareas de limpieza y bienestar, y algunxs asistentes trilingües nos hicieron sentir como en casa saltando del portugués al castellano y al inglés sin ningún esfuerzo.
En agosto de 2022 y nuevamente en junio de este año se organizó el DWeb Camp en un bosque de sequoias ubicado unas horas al norte de San Francisco. En este encuentro se convoca anualmente, durante cuatro días, a personas de distintas partes del mundo que trabajan y se interesan por la descentralización de la web, tanto desde el aspecto técnico como desde lógicas colectivas y proyectos de empoderamiento social.
En medio de ese bosque, el año pasado, un círculo alrededor del fuego invitó a hablar sobre una posible versión brasilera del encuentro. La cosa tomó forma y este año Coolab organizó la primera edición, siguiendo con su labor de abrir espacios de diálogo y cooperación sobre redes comunitarias y tecnologías de descentralización y apropiación tecnológica.
Los contextos naturales de ambos eventos, aunque bellísimos, son radicalmente distintos. También las lógicas de organización y de interacción entre las personas fueron otras. El Sur y el Norte haciendo sus propias versiones de un encuentro en el que tenemos todxs objetivos comunes pero, a la vez, particularidades locales a las que pensamos que es necesario responder con el desarrollo de tecnologías, narrativas y estrategias particulares.
Conversación al aire libre sobre formas cooperativas de trabajo.
Esa fue una de las preguntas que estuvo presente en los días que pasamos juntxs en Brasil: ¿Qué es para nosotrxs la web descentralizada? ¿Cuáles son sus principios?
En el sitio de DWeb pueden leerse los principios propuestos desde el Norte por la organización:
- Tecnología para la agencia humana
- Beneficios distribuidos
- Respeto mutuo
- Humanidad
- Conciencia Ecológica
(Estos fueron traducidos al castellano por Sutty aquí: https://dweb.sutty.nl/2023/08/22/principios-de-la-deweb.html)
Un atardecer, sentadxs en la playa, conversamos sobre ellos: ¿Estamos de acuerdo o quisiéramos proponer otros? ¿Entendemos de la misma forma la web, Internet, las redes comunitarias y las tecnologías de comunicación digital? Más que respuestas nos llevamos preguntas e ideas inspiradoras.
Conversación en la playa liderada por Nico Pace de APC.
En diálogo con las posibilidades de descentralización de la web, el encuentro en Brasil se enfocó, en gran parte, en la agroecología. Brasil tiene una larga historia de movimientos políticos relacionados con la tierra y el cultivo. Desde los años 70 del siglo pasado el Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra – MST), uno de los movimientos sociales más grandes de América Latina, ha luchado por la reforma agraria y por la propiedad productiva de pequeñas y medianas extensiones de tierra por parte de quienes la trabajan. Hoy el movimiento reúne a cerca de 450 mil familias en 24 estados del país.
Al DWeb+Coolab Camp fue gente que trabaja la tierra, en la tierra, que nunca antes había salido de sus pueblos. Llegaron planteando problemas técnicos particulares y localizados. Fueron también personas que viven en la periferia de las ciudades brasileras y tienen proyectos de educación popular y uso de tecnologías digitales. Niñxs, adolescentes y adultxs llegamos desde el Sur y el Norte de América, y desde Europa. Yo me fasciné una vez más por la fuerza, el amor y la cooperación que une a esta comunidad y por la calidez del Brasil y su gente, que destila cariño y simpatía cada vez que canta, baila, ríe o habla en serio.
Uno de los invitados brasileros contándonos que nunca antes había salido del lugar en el que vive.
Los temas de las actividades propuestas por lxs asistentes (talleres, charlas, juegos, círculos de conversación…) fueron amplios. Desde las posibilidades o soluciones técnicas que ofrecen herramientas y desarrollos ya existentes, hasta preguntas humanas sobre el trabajo cooperativo, las formas de la atención, la relación con otrxs, la creación colectiva y la improvisación. Resalto entre los aprendizajes la importancia de vivir y comprender a fondo las problemáticas localizadas, las particularidades, el territorio, la temporalidad, el contexto, antes de proponer soluciones tecnológicas desde la abstracción de una pantalla o la distancia de las ciudades. Cada comunidad o grupo humano tiene sus lógicas de trabajo, de comunicación, sus ritmos, sus prioridades, sus formas, y es de esto que debemos partir para el desarrollo técnico. Lo contrario es a menudo violento o inútil.
Hiure (Coolab) hablando sobre el evento en el anfiteatro
En la comunidad de la web descentralizada (DWeb) aprovechamos Internet, que nos une, y trabajamos por la construcción de redes que faciliten y extiendan el acceso al conocimiento, pero sabemos que una red es mucho más que un conjunto de aparatos, cables y señales eléctricas. Una red es sobre todo la gente que construye, que enseña y aprende, que dialoga y sostiene. Larga vida a Coolab y al DWeb Camp y ojalá que en cada encuentro el movimiento se fortalezca cada vez más y halle nuevas razones e impulsos para existir y resistir.
Antonia Bustamante nació en Bogotá, Colombia. Se interesa por las relaciones entre el código, las tecnologías, las artes y los medios, especialmente en el ámbito digital. Trabaja como programadora e investigadora en el laboratorio EnFlujo (https://enflujo.com/) de la Universidad de Los Andes y como ingeniera de sonido en vivo con distintos grupos musicales. En su tercera vida cursa una maestría en Filosofía y cuida gatos.
Antonia Bustamante was born in Bogotá, Colombia. She is interested in the intersection between code, technologies, arts and media, especially in the digital realm. She works as a programmer and researcher in the EnFlujo laboratory (https://enflujo.com/) at Los Andes University and as a live sound engineer with different musical groups. In her third life she is pursuing a master’s degree in Philosophy and takes care of cats.
The article is about a Brazilian program, write it in Portuguese is the least you could do. Why Spanish??!!
nah, these toltecas are stuck playing Elvis for the remainder/a little less memory in common is excellent for diversity, not the opposite/I am terrified by your worship still of headdresses and chieftains, the cartels use that to terrorize these toltecas into gutless submission/these people need to ride through the streets of major U.S. cities and spread one message only: businesspeople hawking the only known commodity that costs nothing to manufacture don’t need U.S. clientele, it leads to murder. Here in the States we have a thing about otros called stay indoors, the streets are ghettoless, which is sad. You esses look like you enjoy people. Me gustaria estar verdad con los ustedes. Quiero la langua no estar Ingles in la futura de usted. Si, si, si.
Near Ubatuba, four hours from the immense capital of the state of São Paulo, we were welcomed in September by a Brazilian paradise of mountains and sea where one would like to stay forever: the Neos Institute. There Coolab (cooperative laboratory for free networks) organized the first DWeb+Coolab Camp, the Brazilian version of the DWeb Camp.
The Neos Institute is located in a space that in the early 2000s functioned as a cultural and artistic exploration center for children and adolescents. Years later it was abandoned and the eager tropical vegetation began to devour the empty buildings. In 2017 the property was auctioned and some people, who make up the Neos collective, bought it to build a socio-biodiversity project. This was the place that Coolab chose to host the meeting, also taking the opportunity to leave the Institute with the physical improvement infrastructure for Internet access built during the event.
The days we spent there we slept in tents and shared rooms. Culinary delights prepared by the people of the collective with local animal and plant species fed us. We all took turns cleaning and well-being, and some trilingual assistants made us feel at home, jumping from Portuguese to Spanish to English effortlessly.
In August 2022 and again in June of this year, the DWeb Camp was organized in a redwood forest located a few hours north of San Francisco. This meeting is held annually, for four days, with people from different parts of the world who work and are interested in the decentralization of the web, both from the technical aspect and from collective logic and social empowerment projects.
In the middle of that forest, last year, a circle around the fire invited people to talk about a possible Brazilian version of the meeting. Things took shape and this year Coolab organized the first edition, continuing with its work of opening spaces for dialogue and cooperation on community networks and technologies of decentralization and technological appropriation.
The natural contexts of both events, although beautiful, are radically different. Also the logic of organization and interaction between people were different. The South and the North making their own versions of a meeting in which we all have common objectives but, at the same time, local particularities to which we think it is necessary to respond with the development of particular technologies, narratives and strategies.
That was one of the questions that was present in the days we spent together in Brazil: What does the decentralized web mean to us? What are its principles?
On the DWeb site you can read the principles proposed by the organization from the North:
Technology for human agency
Distributed benefits
Mutual respect
Humanity
Ecological Consciousness
(These were translated into Spanish by Sutty here: https://dweb.sutty.nl/2023/08/22/principios-de-la-deweb.html)
One evening, sitting on the beach, we talked about them: Do we agree or would we like to propose others? Do we understand the web, the Internet, community networks and digital communication technologies in the same way? More than answers, we take away inspiring questions and ideas.
In dialogue with the possibilities of decentralization of the web, the meeting in Brazil focused, in large part, on agroecology. Brazil has a long history of political movements related to land and farming. Since the 1970s, the Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (Movement of Landless Rural Workers – MST), one of the largest social movements in Latin America, has fought for agrarian reform and for the productive ownership of small and medium extensions of land by those who work it. Today the movement brings together nearly 450 thousand families in 24 states of the country.
The DWeb+Coolab Camp was attended by people who work the land, on the land, who had never left their towns before. They came posing particular and localized technical problems. They were also people who live on the outskirts of Brazilian cities and have popular education projects and the use of digital technologies. Children, adolescents and adults come from South and North America, and from Europe. I was fascinated once again by the strength, love and cooperation that unites this community and by the warmth of Brazil and its people, who exude affection and sympathy every time they sing, dance, laugh or speak seriously.
The topics of the activities proposed by the attendees (workshops, talks, games, conversation circles…) were broad. From the possibilities or technical solutions offered by existing tools and developments, to human questions about cooperative work, forms of attention, relationships with others, collective creation and improvisation. Among the learnings, I highlight the importance of living and thoroughly understanding the localized problems, the particularities, the territory, the temporality, the context, before proposing technological solutions from the abstraction of a screen or the distance of cities. Each community or human group has its work and communication logic, its rhythms, its priorities, its forms, and it is from this that we must start for technical development. The opposite is often violent or useless.
In the decentralized web (DWeb) community we take advantage of the Internet, which unites us, and we work to build networks that facilitate and extend access to knowledge, but we know that a network is much more than a set of devices, cables and signals. electrical. A network is above all the people who build, who teach and learn, who dialogue and sustain. Long live Coolab and the DWeb Camp and I hope that in each encounter the movement becomes stronger and stronger and finds new reasons and impulses to exist and resist.
La falta de biodiversidad genética será el próximo tema cuando los acorralen. Pídale a Renoldo que se reproduzca inmediatamente para que los antropólogos culturales no se deshagan de los indígenas.
Can the experience you had from Brazil camp be completely downloaded?
Can we get book translation? I need Latin.
I told you chats would abandon these toltecas. Invite your worst enemy to MY house-party??!!